Ya hemos acabado nuestro trabajo en la isla, consiguiendo, como comentamos, la mayor parte de nuestros objetivos.
Hemos pasado los últimos días trabajando en el campo a pesar del mal tiempo, y rematando algunos de los experimentos que nos quedaban por hacer y concluir. Pero en esta fase de la campaña, por un lado, hemos conseguido reemplazar todos los sensores que han estado tomando datos a lo largo de todo el 2012. Sólo media docena de ellos han fallado debido al efecto del hielo, pero por suerte han sido sensores no vitales, así que los experimentos no se ven influidos de forma relevante. Por otro lado, hemos tenido la suerte de que ninguna de las estaciones de medida se hayan visto gravemente afectadas por el duro invierno, y el mantenimiento en esta ocasión ha sido muy sencillo. Sólo hemos tenido que dejar sin hacer la medición del espesor de la capa activa debido a que las fechas en las que este año hemos llegado a la base son demasiado tempranas comparado con otros años, así que los datos no serían representativos. Por suerte, nuestros colegas Alice y Gabriel lo medirán por nosotros.
El llegar demasiado temprano a esta base (normalmente lo hacemos a finales de enero), ha supuesto el inconveniente de encontrar mucha nieve, lo que ha complicado las tareas que hemos desarrollado en la zona de estudio. Pero también ha provocado algunos percances en la parte de habitabilidad, ya que hemos tenido una vida menos cómoda hasta que se han activado todos los servicios de la base... pero es parte de la aventura antártica.
Todo el trabajo que hemos realizado, y del que tal vez no hemos dado demasiados detalles en los días anteriores (debido a lo rápido que hemos tenido que trabajar), no habría sido posible sin el apoyo de la dotación de la base, que ha hecho todo lo posible, poniendo a nuestra disposición las instalaciones, pero también poniendo todo su empeño para que tuviéramos la comodidad, así como los recursos o materiales necesarios para que pudiéramos desarrollar nuestros esperimentos, medidas, etc. Sin el apoyo de este magnífico grupo de 12 personas del Ejército de Tierra español, no habríamos podido hacer mucho aquí. En unas horas saldremos de la base concluyendo esta fase de nuestra campaña, y dejaremos atrás a este equipo que merece un reconocimiento por su entrega, su entusiasmo, su duro trabajo y su buen hacer para que nosotros (nuestro equipo y todos los investigadores que pasamos y pasaremos por la base) podamos desarrollar esas tareas científicas que nos han traído hasta aquí. Y siempre con una sonrisa y toda su disponibilidad para nosotros. Así que desde estas líneas queríamos agradecerles todo su trabajo.
Dotación de la BAE Gabriel de Castilla, del Ejército de Tierra, de la campaña 2012-2013.
Ayer, por la tarde estuvimos acompañando a nuestro colega Amós, a fondear unos mareógrafos en varios puntos de la isla, y también a cambiar un gps de sitio. La tarde estuvo fantástica, soleada, sin viento ni nubes... una buena tarde para nuestro último día en la isla. Antes de la cena, Miguel Ángel impartió una pequeña conferencia sobre el permaforst para explicar a la dotación de la base, pero también a los colegas científicos de otros proyectos, el objetivo de nuestro projecto, y la utilidad de la ayuda y el apoyo que nos han dado durante estos días. Después se ha despedido a los investigadores que mañana abandonan la base, entre ellos Antonio y Miguel Ángel, tras lo cual se ha cenado.
Ayudando a Amós con sus trabajos en distintos lugares de la isla.
Esta mañana hemos estado acabando de hacer nuestro macuto para salir hacia Livingston. A mediodía ha llegado el BIO Hespérides a Decepción para dejar en la base a varios investigadores (entre ellos a nuestro amigo Cristobo, que es además el Director del Instituto Español de Oceanografía en Gijón), y recogernos a nosotros y a los que salen ya de zona Antártica via Ushuaia. La despedida ha sido de lo más emocionante, con un primer acto de arriado de banderas (la alemana y la brasileña por los colegas de esos países que estaban en la base), y después con el BIO Hespérides haciendo sonar sus sirenas, pasando con nuestra zodiac bajo unas banderolas.... Y una vez a bordo del BIo Hespérides, la zodiac con el comandante de la base acompañándonos para despedirnos, y desplegango una enorme bandera de España en lo alto de un cerro... una despedida que cerramos brindando con champán a la salida de Decepción por los Fuelles de Neptuno, para, como dice la tradición, volver por por estas tierras...
Los Fuelles de Neptuno nos despiden a nuestra salida de la Isla Decepción.
Nuestras aventuras y trabajo continúan en la Antártida, pero este es el punto y final (esperamos que sólo por esta campaña) en la isla Decepción.
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