martes, 15 de enero de 2013

Pescando en fondeadero Jhonson.


BAE Juan Carlos I, Isla Livingston. 15 de Enero de 2013

Hoy ha sido un día de lo más entretenido. Por la mañana hemos subido al Collado Ramos, donde teníamos que cambiar un protector de radiación de nuestra estación de medida de la temperatura del aire. Ha sido una tarea rápida y hemos regresado pronto a la base.

Luego, aprovechando la buena mar, nos embarcamos con Julio (el experto en navegación) y Clara (la doctora) para recuperar unos sensores que dejamos el año pasado en el fondeadero Johnsons para medir temperatura del mar en el fondo y a 1 metro en la lámina de agua. Hace un par de días lo intentamos y nos encontramos la cuerda que sujetaba los sensores a tierra, cortada y enterrada bajo las rocas de la playa. Así que se trataba de una operación de rescate en toda regla. Hay que decir que ni Julio ni Clara tenían mucha fe en que pudiéramos lograr encontrar los sensores. Aunque la marea estaba baja, la visibilidad era nefasta, y no se podía ver el fondo.

Así que localizado con el GPS el lugar donde dejamos los sensores el año pasado, soltamos por la borda un rezón (un pequeño ancla) y lo fuimos arrastrando por el fondo con el propósito de enganchar el muerto (una cadena para hacer de peso y mantener los sensores en el fondo) al que están sujetos los sensores. Julio iba navegando lentamente en círculos alrededor del punto de fondeo y nosotros manteniendo el pequeño ancla en el fondo listos para sentir cuando enganchara el muerto.

Tras un buen rato sin conseguir nada más que alguna que otra falsa alarma (al enganchar el ancla alguna pequeña roca), Julio decidió que debíamos dividirnos para ampliar las posibilidades. Así que Antonio se quedó a bordo de la zodiac siguiendo con la "pesca" del sensor, y Miguel Ángel, con un traje de supervivencia para aguas frías, se hechó al mar con el bichero de la zodiac y un visor intentando rastrear el fondo, con el agua hasta el pecho.


Foto_52: Miguel Ángel intentando "pescar" los sensores de temperatura en Fondeadero Johnsons.

Al poco tiempo, Antonio dio el aviso de que algo había "pescado" y por suerte fue el muerto que sujetaba nuestros sensores. Así que tirando y tirando de él, conseguimos subir a la zodiac nuestros dos sensores. "Un nuevo éxito para el permafrost". Así que gracias a la ayuda de Julio y de Clara, conseguimos un año más rescatar de las aguas del fondeadero Johnsons nuestros sensores de temperatura... ya veremos que dan los datos, pero regresamos a comer muy contentos por este éxito, y con nuevas anécdotas que contar (como que un lobo marino se asomó a nuestra zodiac mientras nos hacíamos una foto para celebrar la recuperación de los sensores).


Foto_53: Antonio en la zodiac con los sensores recién rescatados del fondo del mar

Por la tarde estuvimos acabando de realizar el mantenimiento de tres de nuestras estaciones más cercanas a la BAE: Base, Nuevo Incinerador e Incinerador. Los dejamos listos para pasar un nuevo invierno antártico.

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