Hoy nos han despertado unos visitantes inesperados. Nada más salir de la tienda divisamos al BIO Hespérides, de la Armada española, fondeado frente a las playas donde se encuentra nuestro campamento. Hilo, que es el jefe del campamento además de nuestro guía, llamó para conocer cuáles eran las intenciones de la embarcación durante este día, y fue como nos enteramos de que el buque había empezado su campaña de cartografía de la costa frente al campamento. Por lo tanto iban a pasar los próximos días recorriendo la zona realizando la batimetría con zodiacs, y con GPS por la playa
El Hespérides en la costa de la península Byers entre icebergs. Al fondo la isla Decepción.
Puesto que Hilo debía permanecer en el campamento por si hacía falta algún apoyo desde la playa, nosotros fuimos solos a tomar las medidas periódicas de los MiniCALM y reconocer por nuestra cuenta algunos interesantes rasgos geomorfógicos de las inmediaciones, con el fin de entender mejor la historia geológica de nuestra zona de estudio. En primer lugar fuimos a un campo de círculos de piedra al SSE del Chester Cone, uno de los montes más altos de la península, al este de Limnopolar Lake y en el centro de la península. En esta zona el programa polar brasileño tiene instalado un emplazamiento para la toma de medidas similares a las nuestras.
Círculos de piedra en el interior de la península Byers.
Una vez que reconocimos bien la zona, y tras tomar algunas muestras geológicas más, decidimos subir al Chester Cone con el fin de tener mejores vistas de nuestra zona de estudio. Tras una ascensión cuidadosa a través de los materiales sueltos en las paredes escarpadas, culminamos la cima. Desde allí, y gracias a la excepcional visibilidad que ha habido este día, pudimos admirar toda la península, así como las islas de Rugged, Snow, Smith y Decepción, además de las montañas Friesland, al este de la isla Livingston. Tomando un pequeño descanso al sol y extasiados con las impresionantes vistas, e intentando retenerlo en nuestras retinas, porque si es por las cámaras de fotos (qué disgusto… en fín, ya poco se puede hacer), nos tomo un tiempo volver a descender por una vía más accesible y segura que divisamos desde la cima.
Miguel Ángel en la cima del Chester Cone. Al fondo Rugged Island y el extremo NW de la península Byers.
Volvimos a la base atravesando un pequeño cañón que acababa en la costa, y al llegar almorzamos con Hilo. Nada más acabar nuestro almuerzo-merienda, aparecieron dos personas en traje de supervivencia llamando a la puerta del iglú de habitabilidad. Eran dos miembros del Instituto Hidrográfico de la Marina, que estaban reconociendo la zona para preparase para sus trabajos en tierra al día siguiente. Nos invitaron a subir al barco, a lo que Miguel Ángel y Antonio accedieron; mientras Hilo permanecía en el campamento ayudándoles. El comandante del Hespérides, D. Javier Cervera, nos recibió muy cordialmente nada más embarcar y nos amablemente nos invitó a cenar y tomar un té con él y parte de la tripulación. Más tarde él y Dulce, una informática de la UTM destinada en el barco, nos hicieron un extenso recorrido por las instalaciones del buque antes de que volviéramos a desembarcar en la costa, a tiempo para volver a cenar con hilo… Fue una visita de lo más gratificante, con toda la dotación del buque volcada en darnos toda la ayuda posible y en hacernos la vida un poco más cómoda aunque fuese por unas horas antes de volver al campamento.
En fin, un día de lo más interesante y agotador, pero con el buen tiempo en Byers hay que aprovechar como su no hubiera mañana… ¡al menos con tan buen tiempo!
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