martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad en la Isla Decepción


BAE Gabriel de Castilla, Isla Decepción 25 de Diciembre de 2012

Ayer día 24 estuvimos trabajando hasta las 9 de la noche acabando de hacer la descarga de material del Hespérides, incluyendo el material científico de nuestros proyectos. Después, nos aseamos un poco y nos reunimos todos juntos alrededor de una sencilla mesa para celebrar la Nochebuena. Por un lado contentos de estar aquí ya listos para empezar a trabajar y desarrollar nuestros proyectos, contentos de estar en tierra, y contentos de estar aquí reunidos los 21 integrantes de la base (entre militares de la dotación y científicos); pero también un poco apenados por pasar estas fechas tan señaladas alejados de nuestras familias. No pudimos empezar esta cena de Nochebuena sin acordarnos de nuestras familias y amigos, pero también agradeciendo a toda España la posibilidad que nos brindan de hacer este trabajo en estas latitudes. En definitiva, tanto la campaña antártica, como los proyectos que desarrollamos se financian con fondos públicos de distintos ministerios y, por tanto, el que nosotros podamos hacer nuestro trabajo aquí es gracias a los esfuerzos económicos de todo el país. Cuando ya estabamos a punto de acostarnos, un visitante inesperado, muy lejos de casa, nos visitó: era Papa Noel! En realidad una pequeña comitiva del buque Aviso Castillo argentino, que quería darnos una sorpresa y felicitarnos este día tan especial.

Un visitante inesperado vino a vernos a la base na noche de Nochebuena.

Hoy, día de Navidad, empezamos a intentar funcionar con el ritmo habitual de la base, por lo que ya se iniciaron las diana con música, y los ayudantes de cocina no pudieron empezar el día sino con un villancico. Debemos decir que los "ayudantes del día" hemos sido Antonio y Miguel Ángel... para empezar bien la campaña!. Así que tras un rápido desayuno, toda los miembros de la base se dedicaron a colocar todo el material descargado el día anterior en los distintos módulos de la base: en la despensa, en los congeladores, en los módulos de talleres, en el módulo de vida... Mientras tanto, nosotros nos dedicamos a las tareas típicas de los ayudantes de cocina: limpiar los módulos, limpiar los cacharos de la cocina, ayudar al cocinero,... aunque nos libramos esta vez de la limpieza de los baños, pues aún no están operativos. A lo largo de la mañana se consiguió enlazar con el satélite y disponer de teléfono y un hilo de internet... lo suficiente para comunicar, el día de Navidad, con nuestras familias. A mediodía paramos para izar las banderas de nuestros colegas extranjeros que están en la base (Marcelo de Argentina y Ronald de Brasil), y luego celebrar una comida de Navidad, también sencilla, dadas las limitaciones de la base en estos días de arranque. Por sorpresa nos visitaron tres personas, el segundo comandante del navío de la armada chilena Suboficial Aviso Castillo, y dos científicos, Alize, nuestra colega portuguesa, y Gabriel, un colega Argentino que también trabaja con el equipo Portugués. Así que pudimos disfrutar de un día de Navidad rodeado de viejos conocidos de nuestro equipo.

La mesa lista para la comida de Navidad en la base.

Por la tarde se volvió al trabajo de habilitar la base para que todo esté funcionando lo antes posible. Es día de Navidad, pero aquí no existen fiestas ni domingos si hay trabajo que hacer. Mientras, los ayudantes de cocina de hoy estuvimos peleando con cientos y cientos de cacharros de cocina que abía que limpiar, con la incomodidad de no disponer de agua corriente, por lo que tuvimos que calentar hielo en una olla para conseguir tener agua líquida y más o menos caliente para limpiar todos los cacharros... pero aunque nos constó lo nuestro y acabamos reventados a la una de la madrugada (cuando ya todos llevaban un buen rato acostados). Nos fuimos a la cama contentos de haber ayudado en la base en un día tan complicado como este (el primer día de vida en la base mientras aún no está habilitada, y encima Navidad). Pero hemos de decir que todos nuestros compañeros nos ayudaron mucho también con las tareas del día.

Antes de acostarnos, aprovechamos para desear a todos los que seguís estas líneas unas buenas Navidades (más vale tarde que nunca). ¡Feliz Navidad a todos desde isla Decepción!

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