BIO Hespérides, Isla Decepción, Antártida. 23-Diciembre-2012
Hoy el día ha empezado muy temprano, a las 5:30 de la magrugada. El motivo es que a las 6 de la mañana se inicia la circunnavegación de la isla Decepción. El barco debe dar una vuelta a todo el exterior de la isla y a su interior, lo más cerca posible, con el fin de permitir a los científicos localizar señales de actividad volcánica/geotérmica/sísmica de algún tipo que indique que el volcán ha estado o está activo.
La isla Decepción es uno de los tres volcanoes de la Antártida (junto con el pequeño volcán inactivo la isla Pinguino, también en las Shetland del Sur, y el monte Erebus, el más grande y activo). Tiene unos 12 kilómetros de diámetro y su cima, el Monte Pond, tiene unos 530 metros de elevación sobre el nivel del mar. La isla es circular, con una bahía en su interior, Puerto Foster, abierta al mar por un estrecho paso llamado Los Fuelles de Neptuno.
Imagen de satélite de isla Decepción
A las 6 de la mañana estábamos todos los científicos y gran parte dela dotación de la base Gabriel de Castilla, y del buque, en el puente de mando del BIO Hespérides, dispuestos a reconocer la isla en su totalidad. Esta tareas es obligatoria para poder abrir la base, por razones de seguridad, pues el hay signos de actividad podría no ser seguro estar en la isla. No es la primera vez que una erupción volcánica en la isla acaba en desastre, como las erupciones que arrasaron las bases chilena e inglesa que tiempo atrás existieron en la isla... Y aunque la última erupción ocurrió en el año 1970, el volcán se encuentra activo. De hecho, en la isla hay fumarolas, puntos de intensa actividad geotérmica, nuevas fisuras, emanaciones gaseosas en el fondo de la bahía... Así que la seguridad manda y debemos buscar cualquier evidencia que pudiera indicar un incremento de la actividad.
Pero más allá de eso, esta revisión es la primera a la que podemos asistir los miembros de nuestro equipo de investigación, pues normalmente llegamos a la base en segunda fase, cuando ya se encuentra abierta. Sólo aquellos que llegan a la isla para la apertura de la base tienen la oportunidad de dar la vuelta a la isla y conocerla en tu totalidad. La verdad es que para nosotros es un lujo poder disfrutar de nuevos rincones de la isla que no conocíamos, así que aprovechamos para hacer decenas de fotografías de toda la isla.
Una de las vistas que pudimos apreciar en la vuelta exterior a la isla Decepción.
Una de las cosas que vemos en nuestra vuelta a la isla es gran cantidad de nieve que hay aún acumulada. Esto no sabemos que si es debido a que nunca hemos bajado en fechas tan tempranas, o si este ha sido un año con muchas más precipitaciones. Pero los que han estando en otras ocasiones por estas fechas, nos comentan que no es normal tanta nieve. Así que empezamos a temernos que ester año tendremos un duro trabajo para sacar de la nieve nuestras estaciones de medida. Ya veremos qué sorpresas nos depara la isla.
Una vez en el interior de la isla, y tras dar la vuelta a toda la bahía (vimos un barco de turistas en la caleta balleneros, un pequeño velero en Bahía Telégrafo), y nuestra base con mucha nieve. Tras fondear, la dotación de la base y los científicos especialistas en sismología desembarcaron para determinar si la actividad sísmica de la isla es la normal y permitir abrir la base. Este es otro de los pasos obligatorios para poder abrir la base.
Una vez dada la luz verde a la apertura, se inicia la apertura de la base (sacando la maquinaria, arrancando motores, abriendo módulos,...) y la descarga del material, que se prevee que dure más de un día.
Así que ya estamos en nuestro destino, deseosos ya de empezar la campaña, y de pisar tierra tras una semana embarcados.
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