Anteayer volvimos a embarcar en el BIO Las Palmas, para comenzar la travesía al Sur. Al llevar dos días de retraso por problemas en el puerto de Punta Arenas, ésta se restringira de los 10 días inicialmente planeados a 8. Los cambios de calendario son algo habitual en una campaña antártica...
Ayer a mediodía alcanzamos nuestro primer destino: Caleta Cierva. Esta zona tiene un interés especial, no solo porque se encuentra en el continente (la mayor parte de nuestra campaña se realiza en islas), sino porque se trata de un área protegida. En el Protocolo de Madrid, se estipuló crear dos tipos de áreas protegidas en la Antártida: las Áreas de Especial Protección Antártica (Antartic Special Protection Areas, ASPA) y las Áreas de Espacial Gestíon Antárticas (Antartic Special Management Areas, ASMA). En la travesía al Sur pararemos por varias de estas áreas; siendo la primera el ASPA de Caleta Cierva. Para acceder, y sobretodo para realizar otras actividades como la toma de muestras o la implantación de experiencias en estas zonas, es necesario solicitar permiso al Comité Polar.
Tras un desembarco algo tortuoso debido a la marea y algún fallo en el motor de la zodiac, llegamos a la Base Primavera (Argentina). Nuestro objetivo, sin embargo, se encuentra en un collado cercano al que ascendimos con cierta prisa, ya que el barco debía marchar cuanto antes. Con el contínuo ataque de las eskúas (un ave bastante territorial que abunda por estas tierras) y encontrarnos con gran cantidad de pingüinos y diversos líquenes por el camino (los que tratamos de evitar en la medida de lo posible), llegamos a nuestro objetivo. Sin apenas tiempo de admirar la magnifica perspectiva que se divisaba bajamos a la base, donde los argentinos nos convidaron a comer con ellos.
Caleta Cierva vista desde nuestra zona de estudio
De vuelta al barco, desde el Puente de Mando, pasamos unas cuantas horas disfrutando del buen día que estaba haciendo (el verano antártico tambien los tiene). Varias horas pasamos admirando icebergs y glaciares, a lo largo del Estrecho de Gerlache. Conforme atardecía y los tonos rojos invadían el cielo, llegamos al Canal de Neumeyer, un estrecho paso entre islas. Las luces bajas delimitan los contornos de las roca y el relive glaciar de una forma espectacular. Con las extermidades comenzando a entumecerse por el frío, volvimos a acostarnos a la medianoche; habiendo aún una gran claridad (y una bonita luna). Hoy nos espera todo un día de navegacion en el sobrepasaremos el Circulo Polar Antártico.
Atardecer en el Estrecho de Berlache, a punto de entrar en el Canal de Neumeyer
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