Ayer llegamos al punto mas austral en que desembarcaremos en este trayecto: Isla Avian. Se trata de un pequeño islote de apoximadamente 1 Km por 1 km, entre Isla Adelaida y Bahía Margarita. Esta isla tambien esta considerada como un Área de Especial Protección Antártica (Antartic Special Protection Areas, ASPA) por la gran diversidad y cantidad de animales que tienen su área de cría en ella. Destacan los pinguinos Adelia, petreles, eskúas, lobos de mar y elefantes marinos. Las pinguineras y nidos se amontonan en esta pequeña isla hasta dejarla abarrotada de fauna.
Perspectiva de la pequeña isla de Avian, repleta de pingüinos y otras aves, como petreles y eskúas
Nuestro interes reside en que es una isla prácticamente libre de glaciares, lo que la convierte en una buena candidata para estudiar la presencia de permafrost. Tras pasar la tarde de ayer haciendo catas de profundidad en un transecto de que cubre el ancho de la isla, sobre una playa levantada, aprovechamos el día de hoy para recorrer la isla y hacer una pequeña cartografía geomorfólogica. Además de nuestro grupo, bajaron a la isla un grupo de cientificos que se encargan de estudiar focas, junto con un grupo de voluntarios miembros de la dotación del barco, y un inglés (proveniente de la cercana base de Rothera). Este último se unió a nosotros con la intención de evaluar y anotar cambios en el ASPA, de cuya gestion se responsabilizan los ingleses. Como curiosidad, España controla la gestión de el ASPA de Decepción y del de la Península de Byers (Isla Livingston), sitios donde nuestro proyecto cuenta con varias experiencias.
En nuestro reconocimiento general de la isla, pudimos encontrarnos con algunos restos de actividad humana en la isla. Allí se encuentran dos refugios; uno argentino bastante mal conservado y otro chileno que permanecía sellado, suponemos que en buenas condiciones para cuando sea necesario su uso. Además, en el suroeste de la isla, se encuentra un relieve importante plagado de nidos de petreles, incluso encima de pequeños neveros. En lo alto de este cerro se sitúan dos balizas de señalización, suponemos que una de ellas en funcionamiento y otra obsoleta. Por la tarde, comenzó una intensa nevada que cubrió casi por completo el terreno en muy poco tiempo, y que impidió que pudieramos seguir con nuestro reconocimiento, así que nos unimos con el resto de personal en el refugio argentino para tomar algo y esperar a que escampara. Los investigadores de focas tampoco podían realizar su trabajo bajo la nieve, puesto que los lobos y elefantes marinos se marchan al mar cuando el tiempo no les es propicio. Tras el descanso, volvimos al barco para entrar en calor y pasar al ordenador todos los datos recopilados.
Refugio argentino en Isla Avian
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