Iniciamos hoy una nueva fase de esta campaña antártica, en la que recorreremos diversos emplazamientos de las Shetland del Sur en busca de permafrost. El primer punto a tocar es península Byers de la isla Livingston, un lugar altamente protegido de la Antártida en la que tenemos instalado un CALM, una estación de monitorización TSP y una cámara fotográfica. Este emplazamiento lo instalamos en la campaña 2008-2009, gracias al apoyo del proyecto LIMNOPOLAR.
La verdad es que normalmente esta fase de la cmapaña se realiza en varios días, aprovechando las instalaciones de un campamento temporal instalado por el proyecto LIMNOPOLAR consistente en dos pequeños iglús de fibra de vidrio (habitabilidd y un laboratorio) y durmiendo en tiendas de campaña. La verdad es que es duro, pero es la fase más aventurera de la campaña. Sin embargo, a final de la campaña pasado se desmanteló el campamento dejando únicamente los dos Iglús como refugio antártico internacional gestionado por España. Y Este año, por lo comprimido de la campaña no da tiempo a abrir el campamento para realizar los trabajos en Byers con la calma necesaria. Por el contrario, haremos una incursión express en península Byers para reponer nuestros sensores (deseando que no se haya roto nada, pues no da tiempo a reemplazarlo), medir el espesor de la capa activa y realizar el mantenimiento de la cámara de fotos. Con nosotros bajan dos equipos de investigadores de otros proyectos también interesados en la penñinsula Byers, y un grupo de técnicos de montaña y especialistas de la UTM que van a revisar el ahora Refugio Antártico Internacional. Algunos de los especialistas estaban destinados a darnos apoyo logístico ayudándonos con la toma de datos y el transporte de material en el caso de que fuera necesario cambiar la batería de la cámara.
A las seis de la mañana ya estábamos todos listos en la toldilla del BIO Las Palmas listos para embarcar con todo el material de nuestro trabajo. Originalmente nos acercaríamos a playa en dos embarcaciones (es que este emplazamiento tiene un acceso muy complicado, con arrecifes y bajíos), pero un fallo en el motor de una de las embarcaciones requirió de dos viajes (bastante largos, pues el buque estaba fondeado relativamente lejos). Una vez en playa con todo el material, recorrimos el trecho que hay hasta el lago Limnopolar donde tenemos nuestra estación de medida y, con la ayuda de Hilo y Arkaitz, cambiamos nuestros sensores y tomamos las medidas de la capa activa. También volcamos las fotografías de todo un año, y reenfocamos la cámara. Por suerte todos los mástiles y vientos estaban en perfectas condiciones para aguantar un inviernos antártico más y no fue necesario realizar labores de mantenimiento. Una suerte de verdad, dado que en Decepción se habían roto variso mástiles por el viento, y algunos sondéos estaban congelados. En unas siete horas estábamos en la playa esperando a ser recogidos de nuevo por el buque. Sin duda la Ayuda de estos dos técnicos de montaña fue importante para poder hacer el trabajo tan rápido. Además ellos fueron también los que apoyaron a Miguel Ángel cuando realizó la instalación de esta estación de medida, y quienes ayudaros en las tareas de realizar los dos sondeos, un trabajo que fue duro, pero que está dando sus resultados.
En fín, este año ha sido un trabajo exprés y a la carrera que no nos dejó un minuto ni para tomar fotos del lugar, de los círculos de piedra, de los suelos ordenados, y de los fantásticos paisajes de Byers... pero nos vamos satisfechos de un trabajo bien hecho y sin problemas.
Así que una vez de vuelta al barco, seguimos nuestro estudio por otros emplazamientos de las Shetland: Isla Barrientos, Península Potter, Isla Penguin, y Punta Hanna. Pero eso es otra historia que contaremos los próximos días.
La verdad es que normalmente esta fase de la cmapaña se realiza en varios días, aprovechando las instalaciones de un campamento temporal instalado por el proyecto LIMNOPOLAR consistente en dos pequeños iglús de fibra de vidrio (habitabilidd y un laboratorio) y durmiendo en tiendas de campaña. La verdad es que es duro, pero es la fase más aventurera de la campaña. Sin embargo, a final de la campaña pasado se desmanteló el campamento dejando únicamente los dos Iglús como refugio antártico internacional gestionado por España. Y Este año, por lo comprimido de la campaña no da tiempo a abrir el campamento para realizar los trabajos en Byers con la calma necesaria. Por el contrario, haremos una incursión express en península Byers para reponer nuestros sensores (deseando que no se haya roto nada, pues no da tiempo a reemplazarlo), medir el espesor de la capa activa y realizar el mantenimiento de la cámara de fotos. Con nosotros bajan dos equipos de investigadores de otros proyectos también interesados en la penñinsula Byers, y un grupo de técnicos de montaña y especialistas de la UTM que van a revisar el ahora Refugio Antártico Internacional. Algunos de los especialistas estaban destinados a darnos apoyo logístico ayudándonos con la toma de datos y el transporte de material en el caso de que fuera necesario cambiar la batería de la cámara.
A las seis de la mañana ya estábamos todos listos en la toldilla del BIO Las Palmas listos para embarcar con todo el material de nuestro trabajo. Originalmente nos acercaríamos a playa en dos embarcaciones (es que este emplazamiento tiene un acceso muy complicado, con arrecifes y bajíos), pero un fallo en el motor de una de las embarcaciones requirió de dos viajes (bastante largos, pues el buque estaba fondeado relativamente lejos). Una vez en playa con todo el material, recorrimos el trecho que hay hasta el lago Limnopolar donde tenemos nuestra estación de medida y, con la ayuda de Hilo y Arkaitz, cambiamos nuestros sensores y tomamos las medidas de la capa activa. También volcamos las fotografías de todo un año, y reenfocamos la cámara. Por suerte todos los mástiles y vientos estaban en perfectas condiciones para aguantar un inviernos antártico más y no fue necesario realizar labores de mantenimiento. Una suerte de verdad, dado que en Decepción se habían roto variso mástiles por el viento, y algunos sondéos estaban congelados. En unas siete horas estábamos en la playa esperando a ser recogidos de nuevo por el buque. Sin duda la Ayuda de estos dos técnicos de montaña fue importante para poder hacer el trabajo tan rápido. Además ellos fueron también los que apoyaron a Miguel Ángel cuando realizó la instalación de esta estación de medida, y quienes ayudaros en las tareas de realizar los dos sondeos, un trabajo que fue duro, pero que está dando sus resultados.
En fín, este año ha sido un trabajo exprés y a la carrera que no nos dejó un minuto ni para tomar fotos del lugar, de los círculos de piedra, de los suelos ordenados, y de los fantásticos paisajes de Byers... pero nos vamos satisfechos de un trabajo bien hecho y sin problemas.
Vista de península Byers desde la playa, frente al Refugio Antártico Internacional, donde se realizó el desembarco e inicio del camino hacio el Lago Limnopolar.
Así que una vez de vuelta al barco, seguimos nuestro estudio por otros emplazamientos de las Shetland: Isla Barrientos, Península Potter, Isla Penguin, y Punta Hanna. Pero eso es otra historia que contaremos los próximos días.
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