Continuamos trabajando en nuestro punto de medida más recóndito dentro de la isla Livingston, en el monte Reina Sofía. Días atrás habíamos excavado en el hielo en busca de uno de los mástiles y un sondeo que habíamos instalado en la pasada campaña y que había quedado cubierto por casi dos metros de nieve y hielo del glaciar. Una vez localizado, hemos instalado una de las nuevas cadenas termométricas que sustituirán a los antiguos sensores instalados originalmente.
Finalizada la instalación de la nueva cadena y sensores entre la nieve.
En este sondeo, que denominamos Permamodel-Gulbelkiam-2 (PG-2) o "Glaciar" y que tiene algo más de 15 metros de profundidad, hemos instalado la susodicha cadena de termómetros. Además, en el mástil que estuvimos descubriendo de nieve, hemos instalado un sensor de temperatura atmosférica, un panel solar, una caja estanca donde se cobija la electrónica y una placa para medir la temperatura superficial. Estas instalaciones deben estar totalmente impermeabilizadas y aferradas firmemente para que perduren tras los fuertes vientos y nevadas a las que quedaran expuestas durante el invierno antártico. Sin embargo, hemos tenido algunos problemas y no toma datos adecuadamente. Intentaremos solucionar este problema en los proximos días, pero al menos la instalación ya está finalizada. Una tarea (casi) finalizada.
Miguel Ángel volcando los primeros datos en la estación recién instalada en el glaciar cerca de la cima del pico Reina Sofía.
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