Hoy vamos a trasladarnos a la Antártida en la piel de nuestro colega David Tomé, uno de los miembros del equipo PERMAMODEL y perteneciente también a la Universidad de Alcalá de Henares.
¡Hola entusiastas antárticos desde nuestra querida Península y como no, desde cualquier otra parte del mundo también! ¡Todos estáis invitados a esta gran aventura! ¡Y estamos encantados de que sigáis nuestros trabajos a través del Blog!
A continuación paso a relataros mis sensaciones más sinceras en este continente helado en el que me encuentro actualmente. Hoy aquí, estamos un poco más calmados de curro, aunque estoy seguro que es la calma que precede a la tormenta…da igual…ya me empaparé cuando se acerque, ahora abrazo este periodo con todas mis fuerzas.
Durante mi último y breve paseo por Internet, ¡¡¡¡siiiií, aquí tengo Internet de vez en cuando!!!!, tecleando con mis delgadas huellas dactilares, hijas de las sucesivas heladas, sorteando kilos de spam, me he encontrado algunos mails que no había leído llenos de cariño de mis familiares y amigos...¡Muchas gracias!
Hoy, día 15 de febrero, noto como el calor se escapa de mi cuerpo y mis articulaciones poco a poco dejan de responder, mis manos ya son algo ajeno a mi, las veo, las muevo, pero es como si no estuvieran aquí, pronto el tacto lo sustituyo por la vista, y en todo momento me acompaña el recuerdo de mi comentario en el desayuno “ En dos horas subo y la instalo”, pues bien amigos, llevo 6 horas intentando someter un amasijo de tubos, alambres y sensores. Mi cuerpo esta recordando que no ha comido y hay un refugio de montaña cercano, puedo acercarme, resguardarme del viento y coger alguna chocolatina congelada, pero que triste, allí solo!!! Ahhhh! no aguanto más y parto.
Ando y voy recuperando la sensación de tener pies ¡¡Qué gustazo!! la sangre empieza a circular…venga un poquito más…solo me tengo que arrastrar un poco más por la nieve…yyy…¡¡¡HAY GENTE FUERA DEL REFUGIO!!! ¿¿¿Que hacen allí 4 personas??? Escucho voces ¡David! ¡David!....ehhhhh??? Pfff…que chungo…debo estar delirando por el frío…¡¡Y se repiten!! Mi cabeza está peor de lo que pensaba…¡Ale! no puedo más con la intriga y acelero el paso…En el refugio distingo perfectamente cuatros cuerpos enfundados en abrigos que nada más llegar, me dan una calurosísima bienvenida de abrazos y besos…y es que conozco a las cuatro investigadoras, que por casualidad, están aquí de “merendola”…rodeadas de comida y bebida ¡Qué más se puede pedir! Una compañera del año pasado, otra con la que conviví el extenso reconocimiento médico que nos piden aquí, otra vecina de camarote en el barco y finalmente una ex-profesora mía, ¡¡¡Increíble!!!
Nueva reorganización, más trabajo y ¡¡nueva cama!! Por fin duermo dentro de la base, adiós a los iglús de la Base Juan Carlos I, adiós a tener que ducharme y salir con albornoz en medio del frescor polar, adiós a las noches escondido en mi cama pensando si las 5 de la mañana es buena hora para salir fuera en pijama en busca de un cuarto de baño. Hoy me he duchado en la habitación enfrente a la mía ¡Viva! ¡Yu huuuu! Tengo hasta un armario con cajones…ya soy todo un caballero antártico (“Antarctic Gentleman”, es como nos solemos reconocer), seguro que al final adiestro a una foca y dos pingüinos como becarios.
Cada base es un mundo…y en la Base Gabriel de Castilla el generador de electricidad se apaga a las 12. Y aquí empieza la etapa clandestina de rezagados con linternas en la cabeza, que sumergen el salón de los últimos susurros y clickeos del día. Hoy, soy uno de esos rezagados y sobrevivo gracias a mi amuleto en forma de linternita de “brugal”.
¡Saludos a todos!¡Por cierto, en esta última foto soy el de amarillo!
¡Inconfundible, jeje!
¡Made in DAVID TOMÉ!
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