martes, 7 de febrero de 2012

Un día de tránsito

Mar de Brandsfield, Antártida, 1 de Febrero de 2012

Hoy ha sido un día de lo más variado. Hemos arrancado el último día en Byers a las 8 de la mañana (más o menos, ya sabéis…) acabando de meter las últimas cosas en nuestros macutos antes de tomar nuestro último desayuno en el Refugio Internacional Byers. Aprovechamos para dejar nuestra firma en el libro de visitas del refugio, que esperamos poder repasar el año que viene si hay suerte y nos conceden las Acciones Complementarias y Proyectos que hemos solicitado para poder continuar nuestra investigación por estas tierras del Sur.

Después de desayunar iniciamos el cierre del campamento, recogiendo los sacos de dormir y esterillas, plegando las tiendas de campaña, acumulando el material en el iglú almacén, y dejando todo listo para sellar los módulos, a la espera de la siguiente fase dentro de unas semanas. Al final, tal y como estaba previsto, cerramos el campamento y embarcamos todas nuestras cosas en las dos lanchas neumáticas del BIO Las Palmas, que nos vino a buscar a eso de las 15 horas. En el barco encontramos otros investigadores viejos conocidos (del grupo que estudia el impacto humano en la Ántártida), y otros nuevos (del grupo que estudia la actividad sísmica en la zona de la península Antártica). Con ellos compartiremos los próximos días de actividad en la zona de Caleta Cierva. Pero en el buque también nos encontramos con los investigadores de líquenes, y con Alba del grupo de glaciología, así como con David y Arkaitz, ambos técnicos de montaña de la UTM. Arkaitz nos estuvo ayudando en los últimos años con nuestros trabajos en Byers, por lo que charlamos sobre ello en el corto trayecto hasta la base. Antes de partir hacia el Sur, debemos pasar por la Base Juan Carlos I para dejar algo de material, así como desembarcar a los investigadores de líquenes, Hilo, David y a Arkaitz, de quienes nos despedimos por esta campaña. A punto de llegar a la base, ya en Bahía Sur, se cruzan con el barco un numerosísimo grupo de ballenas que saltan, comen y enseñan sus lomos, aletas y bocas durante más de tres cuartos de hora…. Un espectáculo de animales (que no pudimos fotografiar porque nuestras cámaras están muertas…). Fascinante. Y otro espectáculo fué ver a casi todo el barco, en distintos puntos de las cubiertas, tomando fotografías sin parar de los animales que parecían posar para nosotros. Fue un rato espectacular que disfrutamos todos en el barco. Fue un rato muy divertido y espectacular que tardaremos en olvidar.

Algunas de las ballenas que pudimos ver desde el buque en Bahía Sur.

Ya en la BAE Juan Carlos I, el nuevo jefe Joan, el técnico de medio ambiente con quien coincidimos el año pasado, subió al barco a saludarnos y a prestarnos su cámara para que pudiéramos tomar fotos en lo que quedaba de campaña. Algo que le agradecemos mucho y gracias a lo cual podremos seguir documentando gráficamente nuestro trabajo durante la campaña. Una vez finalizadas las maniobras en Bahía Sur, ahora sí, partimos con el BIO Las Palmas rumbo a Caleta Cierva, el único punto de nuestra campaña en la que pisaremos continente antártico. Esperamos la navegación por el Mar de Brandsfield sea tan benigna como el pasado Drake. Ya os contaremos.

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